Chile es un país con estabilidad macroeconómica y financiera. Esto es fruto de una revolución macro realizada hace décadas, complementada hace pocos meses con dos leyes que perfeccionan la institucionalidad macrofinanciera: una nueva Ley General de Bancos y un Consejo Fiscal Autónomo. Pero en lo microeconómico Chile está mal.
Columna de nuestro economista Evópoli: Klaus Schmidt-Hebbel
Fuente: El Mercurio