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Pamela Gidi lleva menos de 15 días como subsecretaria de Telecomunicaciones. Es ingeniera comercial de la UC con un MBA de la UCLA y tiene más de 25 años de experiencia en cargos de liderazgo regional en varias empresas. Hoy ocupa el puesto que en el anterior gobierno tuvieron Pedro Huichalaf y Rodrigo Ramírez.
Su objetivo, dice, es «volver a convertir a la Subtel en la entidad técnica y rigurosa que la hicieron reconocida a nivel nacional e internacional. Tenemos que ser referentes en las políticas públicas de telecomunicaciones, en la innovación y la habilitación del proceso de transformación digital que Chile requiere para acercarse a los países más desarrollados».
-¿Cuál es el énfasis que quiere darle a Subtel?
«Vamos a trabajar en cuatro pilares. El principal es cómo las tecnologías van a mejorar la vida de las personas. Otra tarea es mejorar la inversión en telecomunicaciones: en los últimos cuatro años se invirtieron US$ 1.500 millones, que es 30% menos de lo que se invirtieron entre 2010 y 2014. Para lograrlo debemos generar las condiciones de certeza jurídica, de reglas claras, que las empresas necesitan para invertir en proyectos de gran envergadura».
Otro pilar, dice, «es fomentar la competencia, y para ello vamos a generar las políticas públicas para que todo usuario tenga la posibilidad de escoger entre dos o más empresas. Así compiten por entregar un buen servicio y a un buen precio. El otro énfasis es hacer valer los derechos de los usuarios y acompañarlos en el proceso».
-Muchos de quienes viven en edificios solo pueden optar por un proveedor. Ahí no hay competencia.
«Existe una ley de ductos cuyo reglamento ya está en Contraloría. Estamos creando una página para que todo proyecto inmobiliario nuevo se inscriba y, así, asegurar que la capacidad de los ductos sea compatible con tener más de una empresa oferente. En el caso de los proyectos antiguos, estamos generando un protocolo que ayude a que los usuarios se acerquen a la administración para implementar las obras que permitan introducir un segundo operador. Hasta ahora estaban atados de manos si la administración decía que no se puede».
-Otra ley que beneficia a los usuarios es la de velocidades mínimas garantizadas.
«Ya existe la ley, pero se está trabajando en un reglamento técnico con una mesa de trabajo multisectorial. Ahí se definirá un instrumento -una página web- para que las personas puedan medir la velocidad real que reciben y la comparen con el contrato o lo que les prometió la empresa. Se va a diferenciar entre la internet móvil y la fija. Esa medición va a servir de prueba al reclamar ante la Subtel».
Problemas de velocidad
-Muchos países ya están definiendo las bases técnicas con que funcionaría el 5G.
«Estamos trabajando en los aspectos que debemos abordar en la licitación del 5G definiendo, por ejemplo, cuál es el espectro que queremos utilizar. Lo haremos mediante una mesa multisectorial. La idea es dejarlo avanzadísimo este año, ya que el despliegue de esta tecnología se espera para 2020 en Latinoamérica».
-Ese mismo año es el apagón de la televisión digital terrestre en el país ¿Qué pasa con eso?
«Tengo mi equipo trabajando para saber si es que hay un atraso. Lo digo porque este mes vence el plazo que tienen los canales de televisión abierta para tener una cobertura del 15% del territorio. Ya le expresé mi preocupación a Anatel por los tiempos del proceso.
«A la gente no le interesa saber quién tiene la culpa, sino si podrá recibir la señal digital al 2020. No estamos buscando culpables, sino levantando realidades y si es que hay un retraso, tomar las medidas necesarias».
-Con respecto a conectividad, todavía hay personas viviendo en ciudades chilenas aisladas porque las empresas no quieren entrar…
«Esas son las llamadas zonas rojas, en las cuales las empresas despliegan infraestructura, pero se la roban. Afortunadamente, algunas compañías están trabajando con tecnología que no requiere del despliegue de cables, y estamos conversando con ellas para saber la masividad que pueden alcanzar».
-Un reportaje publicado en «El Mercurio» denunció que la calidad de internet que estaban recibiendo los colegios no se ajustaba a los requerimientos educativos actuales. ¿Qué se hará al respecto?
«Llamaremos a una nueva licitación del Proyecto de Conectividad para la Educación y nos vamos a asegurar de que cada empresa participante entregue las velocidades acordes con las realidades actuales. Ya nos juntamos con el Mineduc para trabajar en eso. La licitación se realizará dentro de este año».
-Aun así hay colegios que ni siquiera tienen internet
«Las contraprestaciones son una buena solución del Estado para llegar a áreas donde las empresas no tienen la motivación de hacerlo porque no es negocio. Esto se logra con las licitaciones de espectro en que uno de los requisitos es llevar conectividad a zonas rurales. Estamos analizando incluirlas en la próxima licitación de 5G».
-Uno de los proyectos icónicos de la Subtel son las zonas wifi públicas, con unas 1.200 zonas habilitadas en más de 300 comunas. ¿Cuál es su evaluación?
«Estamos haciendo un estudio para saber cuáles de ellas se encuentran en funcionamiento. Había una preocupación por la inauguración, pero no en garantizar su funcionamiento en el largo plazo. También necesitamos entender cuáles son los beneficiarios reales, si las personas las estaban utilizando y cuántas lo hacían. La pregunta es si les damos un buen uso a estos recursos o hay otras necesidades más importantes en qué usar los recursos del Estado».
«Tenemos metas ambiciosas para conseguir un Chile hiperconectado con un plan de infraestructura de alta capacidad y velocidad que permita enfrentarnos de buena manera a la sociedad del conocimiento».
El Mercurio.
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