“Ojalá seamos conscientes de que el bloqueo político en Chile nos llevará a un Milei o un Bukele”

“Ojalá seamos conscientes de que el bloqueo político en Chile nos llevará a un Milei o un Bukele”

Foto: Sofía Yanjari | 🕓 Tiempo de lectura: 5 minutos

En entrevista con Antonieta de la Fuente, del diario El País, nuestro exministro de Hacienda Ignacio Briones, sostiene que el gran problema de Chile es su sistema político. La excesiva fragmentación del Congreso con más de 20 partidos y el discolaje llevan años atentando contra los consensos para lograr grandes reformas y salir del inmovilismo que tiene al país estancado económicamente hace 10 años.

¿Qué le pareció a grandes rasgos el pacto fiscal anunciado por el Gobierno a principios de agosto?

Me pareció inorgánico, porque cualquier esfuerzo de pacto fiscal tiene que hacerse en el Congreso, con los partidos, con la democracia representativa. No entendí mucho esta idea de tirar primero los mensajes generales. Estratégicamente me cuesta verlo. Y tiene que haber un objetivo muy claro de para qué se va a ocupar la plata. No es lo mismo condonar el CAE que invertir en educación primaria o preescolar.

¿Qué aspectos destaca del pacto fiscal?

Toda la parte de simplificar la permisología (exceso de trámites para concretar proyectos de inversión) que se ha ido instalando, creo que es muy positiva. Son proyectos de ley de tramitación compleja, pero creo que en un Gobierno de izquierda es más fácil de avanzar. En uno de derecha lo menos que a uno le dirían es que es un neoliberal que está destruyendo el medio ambiente. Pero de verdad eso puede mover la inversión. La duración excesivamente larga de los permisos, hoy es un impuesto indirecto grande a la inversión.

 

«Soy de los que cree que el problema estructural del crecimiento de Chile es que tenemos un sistema político absolutamente bloqueado, no en este Gobierno solamente. Chile lleva una década de perdida en crecimiento y esa es una parte importante del descontento y la frustración de la ciudadanía. De cara al crecimiento del futuro, lejos lo importante es desbloquear el sistema político y abordar la excesiva fragmentación y el discolaje. Eso nos tiene en una lógica de suma cero, donde tu derrota es mi ganancia y el país no avanza. La ciudadanía lo percibe y el hastío con la política tiene que ver con eso. Ojalá seamos conscientes de que en el bloqueo en que estamos, con el descrédito de la política, nuestra incapacidad de crecer y hacer reformas sociales, en algún momento nos va a terminar llegando un Milei o un Bukele».

 

¿Qué responsabilidad le cabe a la derecha tradicional en esta dinámica que describe?

Este es un problema estructural. No es que los actores sean más malos o más buenos, sino que tiene que ver con los incentivos que enfrentan. Hoy los incentivos no son a la cooperación, son a la patada y el combo, a bloquear acuerdos. A Chile le fue bien, su periodo glorioso después del retorno de la democracia, fue en base a grandes acuerdos, como única forma de hacer grandes reformas. Esa es la piedra angular del crecimiento futuro de Chile. Con estas mismas reglas, vamos a seguir en el mismo fango, sean gobiernos de izquierda o de derecha.

¿Cómo se sale de ese fango?

El hito clave es poder cerrar el capítulo constitucional. La propuesta de los expertos logra algo no veíamos en Chile hace muchos que es un acuerdo transversal de izquierda o derecha. Y se hacen cargo del problema de gobernabilidad y los malos incentivos del sistema político. Es la oportunidad de cerrar este tema, porque esto no lo puede hacer el Congreso que es juez y parte y no va a cambiar las reglas electorales que los benefician. Esto por sí solo vale una Constitución.

Hoy las encuestas están inclinadas hacia el Rechazo de una Nueva Constitución.

Hoy el Partido Republicano tiene la principal responsabilidad, por el éxito que tuvo en la elección de consejeros constituyentes, de poder cerrar bien este proceso constitucional. Si es una Constitución que divide, me temo que las chances de que se apruebe son nulas. Y si nos quedamos con la actual no solo seguiremos con las mismas reglas, sino que se mantendrá la incertidumbre y la inestabilidad política.

¿Cómo se plantea en ese escenario la derecha tradicional? Es un hecho que está tensionada por las ideas del Partido Republicano.

Por supuesto, sería ingenuo negar aquello. Acá hay dinámicas y fuerzas coyunturales que tienen un efecto imán sobre el resto y que hoy pesan en la centroderecha. Y es lo mismo que pasó en el pasado respecto a la centroizquierda con el Frente Amplio cuando esta izquierda más dura, más extrema, más radical, que era la novedad, hizo que se mimetizaran con ellos las fuerzas tradicionales de la exConcertación, renegando de su obra, acusando a los 30 años, plegándose a ese discurso más radical. El resultado está a la vista: se diluyeron por completo. Hoy la centroizquierda está en el suelo.

¿Ese el riesgo que tiene hoy la centroderecha?

Es un riesgo innegable, perder su identidad. Creo que acá cada cual tiene que jugar su rol, tener su mirada, su proyecto político, y sobre todo salirse de la lógica electoralista de corto plazo, y tener esa magnanimidad, ese liderazgo para mirar más lejos. Ahora, eso no es fácil, la naturaleza humana es la naturaleza humana, y las elecciones son las elecciones.

Puedes leer la entrevista completa de El País, aquí.

PHP Code Snippets Powered By : XYZScripts.com