Esta semana y por primera vez en sus 62 años como independiente, el economista Klaus Schmidt-Hebbel tomó la decisión de militar en un partido político. Eligió Evópoli, porque, según afirma, lo representa del todo, ya que se autodenomina como “liberal social”, y a su juicio es esa tienda la que encarna esos principios y valores.
¿Le parece que Evópoli responde a una derecha renovada?
De todos los partidos actuales en Chile, lo sobrevivientes de estas elecciones y también los que murieron por no alcanzar suficiente apoyo, el único que es liberal y social al mismo tiempo es Evópoli. Algunos lo definen como un partido de centro, otros como uno de centroderecha. Me da lo mismo esto de la geografía.
¿Y si fuera de centroizquierda ¿le acomodaría también militar ahí?
También, si es que tuviese el mismo programa. Las etiquetas no me preocupan, sino que los contenidos. Tengo una coincidencia plena con la visión, los principios, los objetivos políticos y las acciones que Evópoli ha realizado en su corta vida de cinco años como partido. He seguido de cerca lo que ha hecho, tengo a mi mujer (Gretta Niehaus) de militante cofundadora.
¿Y por qué decidió inscribirse en el partido justo en este momento y no antes?
Porque tengo una gran preocupación política de mediano plazo. Me preocupa centralmente el futuro de Chile, la transición del gobierno de Piñera al siguiente. La elección ya está ganada. De Piñera espero que haga un buen gobierno, pero me preocupa la sucesión, y mi esperanza, y para lo cual quiero aportar un grano de arena, es que se forma una coalición mucho más amplia que la de Chile Vamos, que incluya al centro del país.
Hace un par de semanas dijo que no formaría parte del próximo gobierno de Sebastián Piñera. ¿Se marginó porque no le gusta la política?
No, en absoluto. Tengo tareas familiares y retos profesionales que abordar, que hacen incompatible estar en cualquier gobierno. Colaboré activamente con el programa y con la campaña de Piñera hasta comienzos de mayo, y después representando puntualmente a los coordinadores económicos en algunos foros públicos y otros privados, presentando el programa económico del Presidente Piñera; fui apoderado de mesa, etc.
Entoces se declara piñerista.
Yo soy piñerista, sin ninguna duda. Pero mi coyuntura no me permite participar activamente en el futuro gobierno.
Y en esta intención de que se forme una coalición que sea más amplia que Chile Vamos ¿Cómo ve la posibilidad de sumar a los descolgados de la DC a Evópoli, por ejemplo?
La pregunta debiera ser respondida por ellos. Recordemos que entre la primera y la segunda vuelta se descolgaron muy activamente colaboradores muy destacados del partido Ciudadanos y se fueron a trabajar en el programa y en la segunda etapa de la campaña presidencial de Sebastián Piñera. La pregunta es para ellos y para otros en Ciudadanos que han perdido su estatus de partido. Y creo que Evópoli tendría las puertas abiertas para acoger a todas esas personas, tanto a ex ministros como a los ciudadanos de a pie.
En este escenario ¿desde qué lugar concreto y a través de qué acciones haría usted su contribución, ya que no quiere estar en la primera línea de la política?.
Me gustaría contribuir desde las propuestas, los programas, los análisis de políticas públicas. Yo coordiné el trabajo que culminó en las “95 propuestas para un Chile Mejor” del Grupo Res Pública Chile, que culminó el año 2013. Me veo en algo similar pero no tan multipartidista, porque ahí estaba desde el PS hasta la UDI. Quiero trabajar con gente que piensa más o menos parecido a mí, en Evópoli, para ver si podemos hacer propuestas bien fundadas técnica y políticamente para un Chile mejor, apoyar a congresistas de Evópoli y formar líderes jóvenes.
Imberbes revolucionarios
¿Cómo se vislumbra el gobierno de Piñera con una oposición al frente, marcada por una coalición de izquierda como el Frente Amplio, con una presencia importante en el Congreso?
No lo sé, pero creo que puede haber legisladores muy razonables en el Partido Socialista, en el PPD y en la DC, con los cuales se pueden acordar reformas que sean buenas para el crecimiento y la distribución en Chile.
¿Le asusta el Frente Amplio?
No me asusta nada en la vida después de haber perdido un hijo. No le tengo mucho respeto, ni intelectual ni político al Frente Amplio. Creo que cada segunda generación aparece un grupo de imberbes revolucionarios muy ignorantes, con ideas románticas ancladas en algunas nociones marxistas o anarquistas que quieren cambiar el mundo. Y a medida que aprenden del mundo se moderan. Los Roberto Ampuero jóvenes están hoy en el Frente Amplio y ya no en las JJCC como estaban hace cuarenta años. Algunas de esas personas no van a madurar nunca y se morirán en el Frente Amplio. Pero muchos de ellos, especialmente los votantes de base, de los cuales por lo demás una fracción decisiva votó por Piñera y no por Guillier, evolucionarán en el futuro. Es sano que se acabe la Nueva Mayoría y que sea reemplazada por ideas más frescas, incluso más idiotas, pero no anquilosadas por los intereses del funcionario público que quiere guardar su pega y que hoy milita en el PPD, en la DC o en el PS.
Entrevista La Segunda