El excandidato presidencial de Evópoli Ignacio Briones conversó con La Segunda, sobre evasión tributaria, modernización del Estado y las proyecciones de crecimiento para nuestro país. Briones apoya un pacto fiscal, aunque no es muy optimista de que se logre. Sostiene que la carga tributaria debería elevarse en dos puntos del PIB en principio, para llegar a cinco puntos en el largo plazo, para cerrar la brecha con la OCDE.
¿Cuáles deberían ser las prioridades a financiar?
—Con dos puntos alcanza para la PGU y yo pondría una prioridad gigantesca en la educación preescolar y escolar.
—Cuando se habla de modernizar el Estado, ¿Qué es, echar gente?
—No, eso no es modernizarlo.
—¿Hay mucha gente en el Estado?
—Modernizar al Estado es tener a la mejor gente, porque si no puedes gestionar personas, no puedes gestionar nada. Y en el Estado es muy difícil gestionar porque tenemos una camisa de fuerza que se llama Estatuto Administrativo, que es uno de los últimos resabios de la dictadura —a la gente de la Anef no le gustaba que les recordara esto. Y eso tiene varias consecuencias, porque no se trata de echar personas por echar, es gestionar, que significa tener a las personas más idóneas para los distintos cargos, que tenga cero influencia política y que los de confianza sean los menos.
En lo político, ¿Qué viene para la derecha liberal que representas? Tras los resultados de la última elección de consejeros constitucionales.
—Uno nunca tiene que adaptar sus convicciones más profundas en base a resultados electorales, es fatal. Parte del éxito de republicanos ha sido su consistencia. No comparto muchos de sus postulados, pero han sido consistentes. Quienes creemos en el ideario liberal, creemos en la libertad amplia, no sólo en la económica, porque es indisociable a las libertades políticas y civiles. Y el día que abdique de aquello por una cuestión instrumental, me voy para la casa. El péndulo es cíclico, las preferencias políticas son volátiles. Sería un error muy profundo mimetizarse con el Partido Republicano, simplemente porque es el partido que ‘la lleva’. Se corre el mismo riesgo que los grupos de centroizquierda moderados que al final terminaron sacrificando por completo su capital político por mimetizarse con el Frente Amplio. Creo mucho más en lo pasó en España, donde el PP ha sido capaz de distanciarse de Vox, tener un proyecto propio. Hace cinco años estaban en el suelo y ahora lideraron las últimas elecciones.
Revisa la entrevista completa de La Segunda en este enlace.