El senador electo por La Araucanía dice que en Evópoli “no queremos ser un negociador de votos. Jamás vamos a decir ¿quién da más?
Miércoles 08:30 AM y Felipe Kast (40) goza de cierto momento de relajo: está sólo en su casa de Las Condes. Después de la vorágine: votación del Presupuesto 2018 en el Congresoy- más tarde, de vuelta en Santiago- punto de prensa en el comando de Piñera donde oficia de vocero.
Tomando jugo en su living saca cuentas: hace un año y tres meses que está en campaña. Primero, fue su postulación a las primarias de Chile Vamos que comenzó a prepararse en septiembre de 2016. Hoy es su labor con Piñera. Entremedio, la campaña en la Región de la Araucanía que, con 68 mil votos, lo convirtió en senador con la primera mayoría en la zona. Esa votación, así mismo, consiguió que su compañera de lista, Carmen Gloria Aravena, también fuera electa a pesar de haber obtenido sólo el 1.2 %. Evópoli, en tanto, su partido, logró otros seis diputados.
Los ocho votos que tienen, en un Parlamento fragmentado como el que vamos a tener, pueden ser de valor a la hora de proyectos clave. ¿En Evópoli se ven como un “partido bisagra”
Creo que no, porque Evópoli tiene otra vocación: Nosotros no queremos transformarnos en un negociador de votos, nunca. Lo que queremos es que quienes voten por Evópoli sepan por quienes están votando. Jamás vamos a estar en el borde diciendo “oye, ¿quién da más?
En general, ¿cómo ves el debate parlamentario que se va a generar a partir de Marzo?
Van a ocurrir cosas que todavía no se dimensionan: primero, que el próximo presidente y el próximo Congreso, van a enfrentar una dificultad enorme producto de que este gobierno ya se gastó todos los recursos que había (…) Por lo tanto tú tienes, de alguna manera, que verbalizar, y politizar la restricción presupuestaria.
Gane quien gane, Guillier o Piñera, ambos contarán con fuerte oposición.
En el futuro Congreso la única forma que tienes de gobernar y de poder pasar leyes es que tengas la capacidad pedagógica de que la ciudadanía las haga propias y que por lo tanto, incluso la oposición se avergüence de votarlas en contra. Un ejemplo concreto: ¿qué va a pasar si nosotros queremos reformar el Estado? Los grupos más extremos de la izquierda van a decir “por ningún motivo, porque eso va significar quitarles derechos a los trabajadores públicos”. Pero si tú eres capaz de ganar esa batalla comunicacional diciendo, “en rigor les vamos a devolver derechos a los trabajadores públicos que hoy dependen de jefes que están completamente politizados”, tendrás un punto a favor.
“Libertad de acción y diversidad”
Pero entonces ¿cómo se plantean Evópoli y tú, temas que cuentan con apoyo ciudadano como el matrimonio igualitario, o incluso el aborto libre, pero que en la derecha generan polémica?
Cuando se conformó Chile Vamos tuvimos una discusión ideológica bien grande sobre di los temas valóricos tenían que ser incluidos. Me sacaron la mugre porque dije que a pesar de estar contra del aborto, yo esperaba que quienes estuvieran a favor sí pudiesen estar en Chile Vamos. Me acusaron de abortista y recibí como una semana los disparos de mis amigos de la UDI, tupido y parejo. Por cierto, sigo con la misma convicción. En el matrimonio igualitario yo estoy muy a favor. Soy un convencido de que lo que nos une no son esos temas.
Carmen Gloria Aravena, tu compañera en el Senado, ya dijo que votaría en contra el matrimonio homosexual. ¿Entonces, habrá libertad de acción?
Libertad de acción y diversidad en su máxima expresión y es bueno que así sea. Y ojo, hay más diversidad de la que uno cree: hay gente en la UDI que piensa como nosotros, hay gente en la izquierda que piensa muy conservadoramente.
¿Quién te gustaría que llegara a la presidencia del Senado?- Mira, no tengo idea, lo que sí se es que yo no quiero serlo.
Se habla de José Miguel Insulza.
Sí, no me molesta. Le tengo buena a Insulza. Es uno de los políticos herederos de la Concertación a los cuales les tengo cierta simpatía. Aunque siempre me quedé con gusto a poco con lo que hizo con Venezuela cuando estuvo en la OEA