ransformar a La Araucanía en la capital turística de Chile, potenciar el agro, trabajar por una efectiva descentralización y por el reconocimiento de los pueblos originarios, son parte de las propuestas del candidato al Senado por la Región de La Araucanía, Felipe Kast. Para concretar lo anterior, reconoce, es fundamental terminar con la violencia en la zona, por lo que promueve una agenda legislativa para terminar con la impunidad de los responsables de estos actos.
La Araucanía es una región reconocidamente postergada desde lo económico y social. En este escenario, ¿cuáles son sus principales propuestas para revertir estos índices?
Lo primero y lo más importante es lograr la paz en La Araucanía. Si no logramos la paz ninguna empresa va a querer invertir en la región, aun cuando se ofrezcan muchos incentivos tributarios como lo hace hoy día, en un primer avance, la Ley Araucanía.
Es fundamental terminar con la violencia y eso requiere que todos los políticos, transversalmente, nos podamos unir. Se debe ser categórico en que los hechos de violencia son injustificables. A mi parecer se deben otorgar a las policías, la justicia, a los fiscales, las atribuciones que necesitan para poder combatir la violencia.
Y, en paralelo a luchar por la paz en la región, tenemos que transformar a La Araucanía en la capital turística y agroalimenticia del país. Esta es la región más hermosa de Chile y por lo tanto no podemos desaprovechar las oportunidades laborales y de innovación que ofrece el turismo, industria que tiene la virtud de repartir oportunidades al permitir que desde el dueño del hotel 5 estrellas al artesano puedan trabajar unidos. Si le va bien al turismo, le va bien a toda la región, por eso hay que empoderar a los emprendedores y declarar a La Araucanía como capital turística de Chile. El turismo y el agro son industrias fundamentales para el desarrollo social de la región.
¿Ese podría ser el camino del desarrollo para La Araucanía?
Efectivamente, y por eso debemos, junto a Sebastián Piñera, recuperar la senda del crecimiento en estos rubros. Es urgente que podamos tener en la región desarrollo tecnológico, innovación, ciencia, para que la región sea una potencia mundial agrícola.
El turismo y el agro son dos pulmones que nos van a permitir sacar adelante la región, y en ambos casos la multiculturalidad debe jugar un papel fundamental. Pero insisto, esto puede ocurrir solo si somos capaces también de avanzar en devolverle la paz a La Araucanía. Los grandes perjudicados de la violencia de la región no son los grandes inversionistas, pues ellos siempre se pueden ir a otro lugar, sino los pequeños emprendedores turísticos y pequeños agricultores que claramente se ven dañados porque no llega inversión, turismo ni empleo a la zona.
Se proyecta una inyección de recursos a La Araucanía vía instrumentos estatales a través de los gobiernos regionales y el Core, ¿le parecen adecuados estos canales?
Creo que el Core es importante, pero tan importante como el Core son los municipios. Ojalá podamos tener cada vez más descentralización real dentro de la región para que no quede todo cuoteado como es hoy día. En general Malleco también sufre una discriminación dentro de la región: más recursos van a Cautín y menos a Malleco, esto es algo que tenemos que corregir y trabajar.
Una reforma importante que creo que necesitamos es la de lograr elegir intendentes regionalmente. Me reuní con Heinrich von Baer en su minuto cuando era candidato presidencial y sigo manteniendo el compromiso que asumí con él en favor de la región que podamos tener intendentes electos para que nunca más ocurra lo que ha ocurrida este gobierno, donde hemos tenido en cuatro años, cuatro intendentes distintos, así nadie planifica nada y al final eso se transforma en mayor empobrecimiento para la región.
¿En el tema de la comunidades mapuche, es una buena medida otorgar reconocimiento constitucional a los pueblos originarios y participación política?
Por supuesto que sí, tal como plantea la comisión liderada por el Obispo Vargas, como candidato presidencial propuse entregarle a los pueblos originarios una participación en el Congreso. Creo que considerar esta medida es muy importante para poder fomentar el liderazgo y representación política del pueblo mapuche y de esta forma aislar a quienes promueven la violencia, pues no representan a nadie.
Siempre he dicho que estoy en desacuerdo con haber aumentado el número de parlamentarios, como lo hizo este gobierno, y lo vuelvo a decir, pero dado que se aumentaron, lo más lógico es que algunos de esos escaños los debimos haber entregado dándole representación política a nuestros pueblos originarios. Creo que eso hubiese ayudado a poder canalizar los liderazgos políticos positivos que conocemos.
Importante es en esta línea, trabajar en promover una serie de reformas a la Ley Indígena en materia de tierras. Lo establecido actualmente ha generado una serie de distorsiones y hoy día los más violentistas son los que se quedan con más tierras y eso es inaceptable. Tenemos que terminar con esa mala práctica para lo cual se requiere una modificación también a la Ley Indígena.
Volviendo a la violencia en La Araucanía, ha manifestado en varias ocasiones que esta vulnera el Estado de Derecho en la región. ¿Cómo esto podría mejorar en el corto y largo plazo?
El Estado de Derecho fracasa cuando aquellos que realizan actos terroristas y violentos tienen impunidad, y hemos visto decenas de actos terroristas que han quedado en la más absoluta impunidad.
Estoy convencido que para poder recuperar efectivamente el Estado de Derecho se debe legislar. Yo creo que aquí ha fallado la legislación; también ha habido unas vueltas de carnero e inconsistencia por parte del Gobierno para enfrentar la violencia en la región, y por lo tanto necesitamos legislación moderna que le entregue poder a la Fiscalía, a las policías y a la justicia para que pueda aplicar el Estado de Derecho. Así como hoy tenemos una Ley contra el Narcotráfico una serie de atribuciones, tenemos que lograr lo mismo con la violencia que existe en la región.