El estado de abandono en el que observa la comuna es el principal motivo por el que Sacha Razmilic decide levantar una candidatura para llegar a la alcaldía de Antofagasta. Así lo aseguró el ingeniero comercial, director de Sercotec durante la segunda administración de Piñera, quien en la elección parlamentaria de 2021 obtuvo mayoría absoluta de votos en Antofagasta sur, superando a los diputados que resultaron electos. Tras perder esos comicios no tenía intención de volver a postular a un cargo, pero aseguró que los estímulos que recibe constantemente en la calle y a través de mensajes, lo impulsaron a dar un paso al frente para cambiar el actual rumbo de la comuna.
Antes de los cuatro años en Sercotec, Razmilic fue empresario Pyme y trabajó como profesor universitario. Es parte de un matrimonio que cumple 30 años y tiene tres hijos. “Tengo experiencia llevando una familia, sacándola de la nada, fui papá a los 22 años, fui una de las autoridades mejor evaluadas en el anterior gobierno y creo que puedo hacerlo bien. Me encantaría ser alcalde y ahora depende de los partidos, de los acuerdos y si finalmente la ciudadanía quiere hacer un cambio”, manifiesta Razmilic.
En el gobierno pasado, reflexiona, al partido le tocó ponerse de guardaespalda del Presidente Piñera en el momento en que todo caía. Tuvieron un ministro del Interior y un ministro de Hacienda en los momentos difíciles y eso llevó a que Evópoli pagara costos importantes en las últimas elecciones.
“Era mucho más fácil salir a pegarle a tu jefe en vez de trabajar lealmente. Evópoli ha demostrado que estaba en el lugar correcto de la historia, el nombre de Ignacio Briones se ha reivindicado, el de Gonzalo Blumel también, el de Gloria Hutt para qué decir. Lo que tenemos que por delante son desafíos grandes, Evópoli crecerá en el próximo ciclo y estoy muy orgulloso de ser uno de los que los principales proyectos electorales del partido en la próxima municipal”, expresa el ahora candidato.
¿Por qué decide presentarse como candidato a alcalde?
Participé en las elecciones de diputado y fui la primera mayoría de ChileVamos. De hecho, en Antofagasta sur fui la primera mayoría absoluta, sacando más votos que todos los diputados electos. Después de eso no tenía pensado en volver a presentarme a elecciones, pero la gente comenzó a preguntarme, a mandarme mensajes, a decir que no me perdiera, que estuviera vinculado al mundo público, ya que el paso por Sercotec me encantó. Así que dije que consideraría la opción y la verdad es después de ver estos años de administración de Jonathan Velázquez y el estado de abandono en el que está la ciudad, dije que alguien tiene que dar un paso al frente para recuperar Antofagasta. La comuna está prácticamente en estado de abandono y es casi un clamor popular hacer un cambio de administración. Entiendo las razones que en su minuto llevaron a la elección de la actual alcalde, que tiene que ver con el hastío de la mala política, de los arreglines, de los abusos, finalmente la gente como un voto en parte de protesta y como una cuestión más bien de simpatía por la persona de alcalde, terminaron eligiéndolo. Pero claramente llevar una municipalidad es muy complejo, es una organización con miles de trabajadores si agregas la salud y educación municipal. Se requiere conocimiento, experiencia y eso más allá de la persona de Jonathan Velásquez, su gestión ha sido paupérrima y eso se ve en el estado de abandono de la ciudad.
¿Mantiene su posición crítica respecto a Republicano, recordando que votó por Kast, pero no de forma cómoda y declarando que eso tenía un costo para Evópoli?
Fui uno de los coordinadores de apoderados de mesa para la campaña del Rechazo el año pasado. En ese tarea de apoderados trabajamos con republicanos, con la UDI, con RN, con el PDG, con Amarillos, con Demócratas en perfecta armonía. Cada uno con su estilo en un trabajo que fue armónico. Tras esa experiencia tengo una relación fluida con Republicanos, tengo varios amigos y así también hacia el centro con muy buenas relaciones. Creo que rescatar a la ciudad del estado abandono en la que se encuentra es una cuestión que no tiene color político, es un asunto de capacidades profesionales, de tener equipos e ideas, porque no solo es trabajo de una sola persona, es un equipo y aunque tengamos una o dos estrellas, eso no gana un partido. Antofagasta tiene que ponerse al día, tiene un futuro lleno de oportunidades, estamos en la capital de las energías renovables, el epicentro de la transformación de la economía mundial está pasando aquí y el municipio no es capaz de sacar la basura. La ciudad no acompaña a todos los desafíos que tenemos por delante. Llegar a esa solución tiene más que ver con la capacidad de hacer redes, tener buenos equipos y planes; no pensando en el festival, en el aniversario del verano o en la Navidad o en el Día de la Madre, sino en qué pasará en 40 años cuando no tengamos el cobre. ¿Qué va a hacer la ciudad, hacia dónde la estamos pensando? ¿Creceremos hacia el norte, en altura, hacia los cerros? Si tenemos una nueva desaladora que llevará agua hacia el interior, La Negra y el kilómetro 12, ¿podemos urbanizar, industrializar? Son desafíos grandes y no veo que la autoridad municipal tenga la cabeza puesta en eso.
¿Siente el peso de la responsabilidad de su candidatura, que será probablemente la más importante de Evópoli en la región?
Somos un partido pequeño, no lo voy a negar, pero con ideas grandes, realmente nos creemos el cuento de ser una nueva derecha, moderna, liberal y en el gobierno pasado nos tocó ponernos de guarda espalda del Presidente Piñera en el momento en que estaba todo cayendo. Lo que tenemos que por delante son desafíos grandes, Evópoli crecerá en el próximo ciclo y estoy muy orgulloso de ser uno de los que los principales proyectos electorales del partido en la próxima municipal.
El porqué de esta candidatura es por el estado de abandono de la ciudad. Pienso en playa La Chimba, la cancha de Los Pinares, playa Paraíso con montañas de basura, el edificio del Balneario Municipal, la Feria Pantaleón Cortés, desbordada. Sobre las quemas en el exvertedero, colocar un muro y poner guardias es un parche, se necesitan equipos de gente, recursos y un plan a lo menos a cinco años. No basta con erradicar las quemas, el terreno hay que remediarlo para que el lugar se transforme en un parque o tenga otro tipo de usos. Hoy se están colocando parches y ninguna autoridad, ni el gobernador ni la delegada presidencial, ni el alcalde han dado el tono respecto de la quemas en La Chimba.
Si las fuerzas de derecha y centroderecha logran presentar un candidato único del sector y éste no consigue la victoria electoral, ¿sería un fracaso para el sector?
No veo esto como un objetivo político, lo que necesitamos es sacar adelante a la ciudad, porque si queda por cuatro años más a cargo de la actual administración, créanme que no será la derecha ni el sector los que perderán, sino Antofagasta.
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