Cómo entender la propuesta constitucional de Chile Vamos

Cómo entender la propuesta constitucional de Chile Vamos

El acuerdo aborda tres áreas: pueblos originarios, independientes y paridad de género. En este último punto propone sufragar por un partido y no por personas.

Dos carillas resumen el acuerdo complementario al proceso constituyente al que arribó Chile Vamos la noche del 5 de diciembre en la casa del Presidente Sebastián Piñera. Pese a que aún persisten miradas disímiles respecto de algunas de las materias, concordaron fórmulas para enfrentar el debate en tres de los asuntos más polémicos del proceso: candidaturas independientes, representación de pueblos originarios y representación femenina.

La propuesta deberá ser socializada con la oposición -desde donde ya surgieron cuestionamientos-, y hay espacios para llegar a consensos, considerando que los tres ítems son materia de debate en la Comisión de Constitución del Senado. Esperan, de todas formas, zanjar el asunto antes del 8 de marzo, coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de la Mujer.

«Todas estas propuestas las vamos a conversar en los próximos días, particularmente con la oposición, con los sectores que han participado de este proceso. Esperamos alcanzar un acuerdo con ellos y, en su momento, se expresarán en indicaciones al proyecto, porque precisamente apuntan a su perfeccionamiento. Lo que queremos es alcanzar un acuerdo. Pensamos que nuestras propuestas apuntan a una dirección de convergencia», explicó en la presentación del acuerdo el senador Andrés Allamand (RN).

Paridad de género
En este tema, Chile Vamos propone que existan listas cerradas y bloqueadas a nivel distrital.

Bajo este mecanismo, los votantes no marcan preferencia por una persona, sino por un partido. A partir de los votos de cada partido, los cuales se imputan a un pacto, se asignan escaños a cada partido, aplicando la cifra repartidora (sistema D’Hondt). A efectos de asegurar paridad de género, se propone un mecanismo de mandato de posición por género vertical (al interior del pacto) y horizontal (entre los partidos que conforman un pacto, distrito por distrito). Así, cada pacto y partido que lo conforma, deberán presentar candidaturas alternando entre hombre y mujer (mecanismo conocido como «cebra»). El orden de qué sexo resultará cabeza de serie se establecerá mediante sorteo.

Como explicó en conversación con PAUTA el director ejecutivo de DataCamp y ex director del Instituto Libertad, Aldo Cassinelli, lo esencial de esta fórmula es que, dependiendo del sorteo que se realice por distrito, se alternará el orden de los constituyentes según género, hombre-mujer o mujer-hombre.

El analista explica que en la eventualidad de que en la votación, a pesar de la alternancia entre los candidatos, se elijan solo mujeres o solo hombres en un determinado distrito, se aplicaría un mecanismo de corrección «que permitiría el reemplazo de hombre o mujer, dependiendo del que queda atrás, en función de la misma lista o de la votación nacional que tenga el partido de esa lista».

«Al despersonalizar el voto, que es el gran cambio, puedes hacer esta distribución por lista y te permite decir, eventualmente, que un hombre o una mujer que sacó menos votos queda dentro, porque lo que prima es la lista», puntualizó.

El «valor» de la lista cerrada

La senadora Ena von Baer explicó que la lista cerrada y bloqueada se usa en muchas partes del mundo, a diferencia de la propuesta que se aprobó en la Cámara de Diputados. Lo que aprobaron los diputados «es ir en contra de la idiosincrasia chilena. Cualquiera de los mecanismos que utilicemos va a ser un cambio a lo que nosotros utilizamos, pero la fórmula que aprobó la Cámara no se utiliza porque es una trasgresión muy fuerte, muy violenta, a la igualdad del voto», sostuvo la parlamentaria.

El senador Felipe Kast, por su parte, afirmó en conversación con Pauta Final que las personas sabrán por quién están votando, conociendo la «prelación» que cada partido establece en la conformación de la lista.

De acuerdo con lo detallado por el presidente de Evópoli, Hernán Larraín Matte, esta propuesta en específico ha sido conversada de manera informal con líderes de la oposición y «formalmente» con actores de la sociedad civil y del mundo académico, «para generar un marco de consenso». A su juicio, este mecanismo «tiene capacidad de llegar a acuerdo».

Para que esto sea complementario con los mecanismos que garantizan igualdad de condiciones para los independientes, considerando que en esta fórmula se vota por un partido, el timonel precisó que el acuerdo integral de la coalición también incluye «incentivos» para que los independientes no estén en desventaja.

A pesar de que ven esta alternativa como «viable» y promueven el acuerdo, en RN, como explicó Mario Desbordes, no se «casarán» con ninguna fórmula que ponga en riesgo la paridad.

 

Representación de pueblos originarios

 

«Se plantea estructurar un esquema de representación sobre la base de un número de escaños reservados para nuestros pueblos originarios, los que serán electos a partir de un padrón especial indígena, que integrarán previo registro voluntario, los ciudadanos mayores de 18 años que posean la calidad indígena de acuerdo con la Ley 19.253 (Registro Conadi), y que soliciten expresamente su incorporación a este padrón. Cada elector podrá figurar solo en un padrón electoral», fija el acuerdo.

De acuerdo con el detalle entregado, el número de escaños se definirá en función de la proporción que exista entre el tamaño del padrón especial indígena y el padrón nacional. Para el bloque oficialista, los escaños reservados para pueblos originarios serán parte de los 155 escaños de la Convención Constitucional o de los 172 escaños de la Convención Mixta Constitucional.

Las elecciones de los convencionales constituyentes de pueblos originarios, serán en un único distrito a nivel nacional, bajo modalidad de candidaturas individuales y se resolverá por sistema de cifra repartidora (D’Hondt), hasta completar el respectivo número de escaños reservados.

La fórmula propuesta sigue la lógica del modelo de Nueva Zelanda, donde, explicó el senador Kast, hay un padrón paralelo, conformado por ciudadanos voluntariamente suscritos. En relación con la cantidad de personas que se suscriben, se definirá cuántos escaños reservados habrá en la eventual convención constitucional.

Los datos con los que cuenta el conglomerado dan cuenta de alrededor de un millón de personas inscritas en el registro de la Conadi. Eso se traduciría, según detallan, en al menos ocho escaños reservados. Si el registro se amplía, la estimación es que podrían llegar hasta diez escaños reservados.

Hasta el momento, la propuesta no incluye mecanismos para garantizar que los escaños se distribuyan según el porcentaje de representación de cada etnia.

Candidaturas Independientes

 

En cuanto a los independientes, el pacto establece reducir los requisitos que requieren para presentar candidaturas. Deberán presentar las firmas correspondientes al «0,4% del número de ciudadanos que hubiera sufragado en la anterior elección de diputados, permitiendo adicionalmente, que dos o más candidatos independientes puedan acordar un pacto electoral en un distrito, con un tope de 1,5% de firmas de quienes hubieren sufragado en el distrito electoral respectivo».

El mecanismo propuesto coincide con lo aprobado en la Cámara de Diputados y, en lo central, busca bajar la barrera de entrada para que puedan formar parte del proceso.

Bajo la lógica de que las personas votarán por listas y no por candidatos (para garantizar la paridad), para algunos analistas es primordial que los partidos generen estrategias para atraer a líderes de movimientos sociales (independientes).

FUENTE: RADIO PAUTA

REVISA LA PROPUESTA EN EL SIGUIENTE LINK:

Acuerdo Complementario

 

 

 

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