Cambio climático: un desafío transversal

Cambio climático: un desafío transversal

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, convocó a líderes de gobierno de todo el mundo a Nueva York, a una reunión sobre cambio climático para septiembre de este año, previo a la realización de la COP25 en Chile. Para esta pidió que los participantes trajeran avances concretos en la materia y no más discursos. ¿La razón? Nueva información presentada por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) puso en alerta que los 2 °C de calentamiento del planeta sobre niveles preindustriales es insuficiente. Ahora, el objetivo debiera ser limitar el calentamiento a 1,5 °C, lo que permitiría evitar hasta 10 cm de alza en los niveles del mar o inhibir efectos irreversibles y de largo plazo sobre el medio ambiente, como la desertificación y la pérdida de biodiversidad.

Desde su fundación, Evópoli ha sostenido dos principios fundamentales estrechamente ligados al medio ambiente y el cambio climático. Por una parte, se afirma que para aportar al bien común es ineludible la justicia intergeneracional, principio esencial de acción política que nos compromete e impone responsabilidades actuales frente a las generaciones futuras. Por otra, se declara como esencial para una sociedad justa la sustentabilidad ambiental, que representa la capacidad de gestionar nuestros recursos naturales, de tal manera que podamos satisfacer nuestras necesidades actuales, sin comprometer las de los que vendrán.

El cambio climático no es un tema del mañana, y ya es posible apreciar sus impactos en Chile a través de la proliferación de eventos climáticos extremos, como sequías, cambios de temperatura, pérdida de biodiversidad e inundaciones. Es urgente impulsar políticas públicas que permitan conciliar el desarrollo económico con un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales y la protección del medio ambiente. Esto lleva a Evópoli a proponer al país una agenda ambiciosa de acciones para avanzar rápidamente en la descarbonización de nuestra economía. Es nuestra responsabilidad ética no solo con la sociedad a la que pertenecemos, sino con nuestro sueño de un Chile más justo.

El cambio climático depende directamente del consumo de energía y de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) asociada, dentro de los cuales el CO {-2} es el más nocivo desde el punto de vista del calentamiento global. Ello impone el desafío de avanzar, progresiva pero decididamente, hacia la descarbonización de nuestra matriz energética. Medidas de profundo alcance, como el retiro definitivo de centrales a carbón o impulsar una mayor penetración de energías renovables no convencionales, son necesarias, pero no suficientes. También se requieren acciones que desincentiven la producción de CO {-2} , tales como elevar la tasa impositiva sobre las fuentes emisoras, acercándose progresivamente hacia el promedio OCDE (en línea con la propuesta sobre impuestos verdes realizada por Evópoli para la modernización tributaria), fomentar el comercio de emisiones de CO {-2} a nivel nacional, corregir distorsiones en el impuesto al diésel, así como promover la electromovilidad en el transporte público y avanzar hacia una ciudad sobre los rieles, con mayor cobertura de metro y trenes de cercanías.

A su vez, significa avanzar sostenidamente en la protección de ecosistemas vulnerables y de la biodiversidad a través del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, de la participación de privados y de la sociedad civil en la creación de zonas de conservación.

Por esto, durante 2019, Evópoli impulsará un diálogo transversal en la materia, con miras a una ley marco de cambio climático que promueva la unidad y pavimente el camino hacia una exitosa COP25. Teniendo siempre presente el interés superior de nuestro país, creemos firmemente que es posible superar aquello que nos divide y atender las responsabilidades que tenemos frente a las futuras generaciones. Por los que estamos y por los que vendrán.

Fuente: El Mercurio 

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