En los últimos meses, nuestro país ha sido remecido por la visibilización de hechos que no pueden dejar indiferente a nadie. Ya son tres los casos de esclavitud infantil que han revelado la brutalidad con que niñas y niños han sido tratados en plena democracia. El más reciente se encontraba, en condiciones que configuran trata de personas con fines de explotación laboral infantil.
Desde Evópoli condenamos con fuerza estos hechos. La violencia, la esclavitud moderna y la desprotección de niños y niñas son una urgencia nacional. No se trata de casos aislados: son el reflejo de una falla estructural del Estado y de la sociedad para resguardar la dignidad de los más vulnerables.
Como partido hemos sido enfáticos: los niños deben ir primero en la fila. Esa no es solo una consigna, sino una convicción que exige acción decidida, sostenida y efectiva. Exigimos que se refuerce la persecución penal contra quienes explotan o maltratan a menores, que se fortalezcan los sistemas de protección, y que ningún niño, niña o adolescente en Chile quede fuera del radar de la educación, la salud, la seguridad y el afecto. Por nuestro lado, oficiaremos a través de nuestros diputados a la Defensoría de la Niñez para solicitar su intervención en estos casos que involucren vulneración de derechos de niños, niñas o adolescentes.
Llamamos al Estado a actuar con urgencia y firmeza. Se necesita una red de protección que funcione, sistemas de fiscalización eficaces, coordinación interinstitucional real y voluntad política para aplicar todo el peso de la ley frente a la trata de personas, la explotación y el maltrato infantil. Creemos en un país que se mida por cómo cuida a su infancia. Y mientras haya un solo menor esclavizado, abandonado o silenciado, tenemos el deber de levantar la voz y actuar.
