La baja natalidad en Chile no es solo un fenómeno estadístico: es un reflejo de barreras estructurales que impiden a muchas personas concretar su deseo de formar una familia. En ese contexto, la propuesta de Evelyn Matthei de ampliar el acceso a tratamientos de fertilidad mediante las garantías GES representa un avance necesario y valiente.
Actualmente, la tasa de fecundidad en Chile ha caído a 1,17 hijos por mujer una de las más bajas del mundo, y más del 10% de las parejas en edad fértil enfrenta problemas de infertilidad. Sin embargo, los tratamientos de reproducción asistida siguen siendo inaccesibles para la mayoría, por su alto costo y escaso respaldo del sistema de salud.
Reconocer la infertilidad como una condición de salud pública, y no como un lujo, es un paso indispensable hacia una sociedad más justa. Desde Evópoli valoramos profundamente esta propuesta, porque pone en el centro la libertad de elegir cuándo y cómo formar una familia, y reconoce que el Estado debe facilitar y no impedir esos proyectos de vida.
Esperamos que este debate continúe enriqueciéndose con propuestas que, más allá de los ciclos electorales, apunten a construir un Chile más libre, justo y equitativo.
Macarena Cornejo
Secretaria General de Evópoli