En una extensa y amena conversación con el diario La Cuarta, nuestra presidenta Gloria Hutt, abrió capítulos de su vida, comentó sobre gustos musicales, lecturas, películas; habló se su pasión por el vestuario, y también compartió su análisis sobre la situación política nacional, tanto del oficialismo como de la oposición, en este cuestionario del diario pop.
Compartimos acá algunos extractos, mientras que la entrevista completa la puedes revisar en este enlace.
¿Cuál fue el día más feliz de su vida?
Es difícil tener un solo día. Yo creo que para cualquier mamá los días que nacen sus hijos son de una tremenda felicidad. Y yo tengo la particularidad de que tengo una hija biológica y dos que adopté. Entonces, cuando recibí a mis hijos fue muy bonito, también cuando me casé. Y para mí un día que tiene tremenda significación, por lo que me costó, es el día que me titulé de ingeniero civil, ese día fue de una profunda felicidad.
¿Y el día más triste?
Particularmente triste, sí, cuando murió mi marido. A pesar de que fue una enfermedad larga y que tuvimos tiempo para que él fuera apagándose tranquilamente, y eso ayuda porque todos conversamos, pero cuando llega el momento es muy doloroso.
¿Alguna serie que recomiende?
Sí, hace poco vi una que me gustó, que se llama La Ley de Lidia Poët, que es una investigadora del siglo antepasado. Y me encanta porque es un poco un juego, en que ella tiene un hermano abogado, en un tiempo en que las mujeres no podían tener ese tipo de actividad, él es como un investigador privado, pero la que idea y la que resuelve todo es ella. Y con unos vestidos preciosos.
¿Una película que la haya marcado?
A mí me encantó una película argentina que se llama El Secreto de sus Ojos, la encuentro preciosa, cuando la dan la veo siempre. Pero hay películas que son intensas, muy marcadoras. Una película bien antigua, Frances, de Jessica Lange, esa la encontré dura. A mí me encanta ver películas, entonces me cuesta encontrar una que sea como ‘la’ película.
¿Y algún libro que recomiende?
Hace poco leí un libro que me encantó que se llama Hildegarda. Es una historia novelada de una abadesa del siglo XII que se llamaba Hildegarda de Bingen, en Alemania y ella es doctora de la Iglesia. Ella era una mujer con una capacidad extraordinaria, dejó libros escritos de matemáticas, de botánica, de física, pero en ese tiempo menos todavía, las mujeres tenían reconocimiento por eso. Entonces ella reportaba como unos trances en que Dios le dictaba las cosas y convenció al Papa de eso y logró, que toda esta capacidad intelectual que tenía, desplegarla en libros y que fuera reconocida en un tiempo, como digo, en que eso no era así. Ella armó una abadía de puras mujeres. Era, uno puede decir, como precursora del feminismo muy marcado.
¿Qué le parece que sean tan comentados sus vestuarios?
Me hace mucha gracia, porque para mí no me es indiferente el tema del vestuario. Encuentro que el vestirse es como una forma de expresión, así como hay gente que se expresa con la música, con el arte. A través de la ropa se puede conocer lo que ha sido la historia. Además que me gusta, porque técnicamente hacer bien un vestido requiere mucha dedicación y requiere mucha estructura. Ahí hay una cosa medio ingenieril, porque en ingeniería uno aprende, en geometría descriptiva, la relación entre los planos y los volúmenes. Entonces, yo tuve una tienda y diseñaba los modelos de mis vestidos, y eso de imaginarse el volumen y hacer el plano me salía muy fácil. Pero lo que me gusta más, es el componente estético de arte. Me gustan las telas, me gustan esas prendas bordadas en que hay mil horas de trabajo. Encuentro que son formas de arte maravillosas. Y bueno, que se fijen en lo que yo me pongo, eso es algo que me da un poco de risa, pero me encanta, porque me esfuerzo además, por una cosa que yo creo que no todos saben, por usar ropa de diseñadores chilenos y cuando uno es una figura pública es como una especie de vitrina ambulante. Entonces, todo el circuito de diseño emergente me conoce, a todos les compro cosas y me las pongo siempre que puedo.
¿Cómo vive la experiencia de andar en micro diariamente?
Yo soy peatona. Yo ando mucho en micro, tengo mi tarjeta de adulto mayor. Me demoro, no sé, 15 minutos en llegar a la oficina desde mi casa y tomo dos micros. Y creo que el sistema funciona muy bien. Me da un poco de preocupación que haya personas que ni siquiera saben cómo funciona. O sea, tienen el prejuicio de que funciona mal. No conocen la aplicación Red, que uno puede planificar su viaje, que tiene muchas alternativas para elegir, que puedes cargar la tarjeta además con el celular. Cuando yo empiezo a contarle eso a algunas personas que son cautivos del auto, se sorprenden mucho. A mí me pasó la semana pasada que iba en un bus en vía exclusiva con una fila de autos al lado, conectada al wifi del bus, con calefacción y con mi pasaje de tarjeta adulto mayor por 360 pesos y yo dije que buena opción para los viajes en una ciudad cuando uno lo resuelve así en un bus eléctrico bonito, moderno. Por eso, yo le puse tanto empeño en mi periodo como ministra a mejorar el transporte público.
¿Valora alguna figura política del otro sector político?
Sí, muchos, porque en la política una cosa que uno tiene que saber hacer es dialogar. Y cuando uno valora una persona, cuando la respeta, el diálogo se da en un tono que uno podría decir, es muy decente, es muy apto para poder conversar. Y hay figuras políticas bastante destacadas con las que yo tengo una muy buena relación. No sé, Paulina Vodanovic del Partido Socialista, Natalia Piergentili. En general entre las mujeres tenemos buena vibra, digamos buena relación, pero hay muchas personas del oficialismo a las que yo les tengo mucho respeto.
¿Qué nota le pone al gobierno?
Yo le pondría algo como un cuatro. En parte porque llegó con una promesa, que afortunadamente no la ha cumplido tal como la tenía prevista, pero uno tiene que ser responsable con lo que promete. Entonces, hay un programa de gobierno, cuando uno lo compara con lo que se ha hecho, hay cambios demasiado grandes. Y como digo, hay cambios que yo prefiero que hayan ocurrido en la forma que han ocurrido. Yo creo que se ha tomado conciencia de que la agenda tan reformista lo que iba a hacer era deteriorar en el país, pero creo que eso marca, más bien negativamente, que uno tiene que ser más responsable con las propuestas. Creo que tiene una dificultad muy grande de gestión, de entrega resultados. Yo le creo al Presidente Boric, yo creo que genuinamente quiere que al país le vaya bien, pero le cuesta mucho pasar del discurso al resultado, no a la acción sino al resultado: “¡Ya! este proyecto partió, ahí está resultado”. Eso yo creo que es un déficit importante. Y creo que sí, gradualmente ha ido tomando conciencia o sintonizando más con el sentir ciudadano que espera un gobierno ejecutivo, un gobierno serio. Me parece que en eso ha habido una ganancia.
¿Y qué nota le pondría la oposición?
Yo creo que un cinco. Creo que podemos hacer mucho más todavía. Me parece que la política requiere una renovación, tal como estaba propuesto en el Consejo Constitucional. Transversalmente se proponía una reforma al sistema político y yo no voy a hablar aquí solo de la oposición a la que yo pertenezco, sino del sistema político en general. Y creo que eso marca la calidad de la política y me parece que es generoso todavía poner un cinco. Tenemos que aspirar a llegar a un 7, tanto el Gobierno como la oposición, pero para eso tenemos que hacer cambios muy estructurales.