Conscientes de los grandes avances logrados por nuestro país en las últimas décadas, “el primer piso de la casa”, donde se recuperó la democracia tras una dictadura, se redujo significativamente la cantidad de chilenos que viven en situación de pobreza, y entre todos se construyó una institucionalidad que permitió una transición pacífica surge la necesidad de construir lo que llamamos “el segundo piso de la casa”. Una sociedad justa, libre y equitativa en el siglo XXI.
Durante el primer gobierno de centroderecha de los últimos 50 años nace la inspiración de este movimiento escrita por el entonces ministro Harald Beyer: “Una nueva propuesta. La Evolución Política. Para un Chile más libertario, inclusivo y justo” donde se trazan los principales lineamientos de un proyecto político que pretende influir en el desarrollo del país convocando a un importante sector de chilenos independientes pero afines a las ideas de la libertad y justicia.
Evolución Política nace públicamente el 12 de Diciembre de 2012, y se preparó para participar electoralmente gracias a Renovación Nacional que permitió que dirigentes de Evópoli compitieran en las primeras elecciones primarias oficiales. En las elecciones parlamentarias de 2013 es electo nuestro primer diputado por el entonces distrito 22 (Santiago Centro): Felipe Kast.
En marzo de 2014, se realiza nuestro primer Consejo General como movimiento, donde se elige a nuestra primera directiva encabezada por Francisca Correa y se elige un Consejo Político formado por 10 consejeros.
En Marzo de 2015, se realiza el segundo Consejo General donde se elige a Felipe Kast como presidente del partido y se confirma la decisión de constituirse como partido político, oficialmente anunciado por el Diario Oficial el 24 de Julio de 2015.
El día 15 de Febrero de 2016 se presentaron al Servel 17.760 firmas, cumpliendo con lo requerido para ser partido en todas las regiones del país.
El 6 de Junio, Evópoli recibe una notificación del Servel en la cual se confirma que se ha constituido de forma exitosa en las entonces 15 regiones del territorio nacional, convirtiéndose en el primer partido de derecha en constituirse desde el retorno a la democracia.
Ya constituido como partido y con una sólida orgánica interna, asumimos el desafío de participar en la elección municipal de 2016. En ellas competimos con más de 500 candidatos a concejal a nivel nacional, siendo la primera elección en la que participamos oficialmente como partido político. Gracias al esfuerzo de todos, logramos alcanzar 150 mil votos y más de 30 concejales desde Antofagasta hasta Lago Verde.
Luego del promisorio resultado obtenido en nuestra primera elección, el Consejo General decide competir en las elecciones presidenciales, nominando a Felipe Kast como nuestro representante para las primarias llevadas a cabo en junio de 2017, quien propuso una campaña centrada en las ideas, bajo la bandera de “los niños primero en la fila”. Pese a que muchos resistieron la idea de competir para nominar al candidato de ChileVamos, la convicción de que la ciudadanía debía elegir el proyecto de centroderecha que los representara fue más fuerte. Con la participación de casi un millón y medio de chilenos, el conglomerado eligió a Sebastián Piñera para competir en noviembre para devolverle a Chile tiempos mejores.
El 19 de Noviembre de 2017, Evópoli logra consolidarse como un partido maduro y relevante en materia electoral. En las elecciones parlamentarias logra elegir 2 senadores en la región de la Araucanía y 6 diputados. Hasta esa fecha, nuestro único representante había sido Felipe Kast como diputado.
A comienzos del año 2018, el partido se pone a disposición del gobierno del presidente Sebastián Piñera, buscando la construcción de una sociedad más justa, libre e inclusiva. La presencia de dos ministros, además de subsecretarios, intendentes, gobernadores y secretarios regionales ministeriales a lo largo de Chile ha servido para poner a Chile en Marcha.
En nuestro sexto aniversario, el centro de estudios Horizontal presentó el libro Ciudad Justa: Una ruta para un Chile de oportunidades, que ofrece un camino de políticas públicas y ambiciosas reformas para cambiar la matriz de oportunidades de nuestro país. El desafío de poner a los niños primero en la fila trasciende con esta mirada, que busca establecer mínimos comunes para que todos los chilenos puedan desplegar sus talentos. Desde cada comuna, vamos a desarrollar planes desde la participación ciudadana, con los vecinos y los barrios, para finalmente construir un Chile Justo.
El 2019 estuvo marcado por el lanzamiento de nuestra campaña “Líderes Descomunales”, que buscó líderes sociales que quisieran poner su grano de arena para cambiar la política, involucrarse y seguir trabajando por sus comunidades a través de las elecciones de gobernadores, alcaldes y concejales.
Todo esto, después del voto político aprobado en el VI Consejo General en que el partido decidió competir en todos los espacios electorales; rechazar los populismos ya sean de izquierda o de derecha, y generar puentes y diálogo con distintas fuerzas políticas.
A partir de la gran convocatoria que alcanzó “Líderes Descomunales”, donde más de 1.300 personas se inscribieron por medio de nuestra página web, comenzamos a trabajar en las Cumbres Descomunales que se han realizado en todo Chile, para conocer personalmente a todos los aspirantes a participar en elecciones populares.
En octubre de 2019 nuestro país se vió remecido por el denominado “estallido social”, que puso en la palestra ejes y propuestas que Evópoli venía trabajando, como por ejemplo, la necesidad de mejorar el trabajo del Estado, poner en foco en las urgencias sociales como salud, pensiones y el Sename, y además, retomar una discusión en la que hemos estado desde 2016: una nueva Constitución para Chile.
En un escenario de incertidumbre, donde la violencia tomaba protagonismo en las calles de Chile, nuestro partido fue parte fundamental de un histórico pacto entre partidos políticos de izquierda y de derecha: el Acuerdo por la Paz Social y La Nueva Constitución, documento que fue firmado en la madrugada del 15 de noviembre de 2019.
Considerando nuestra historia como partido, en enero de 2020, nuestro partido realizó un Consejo General Extraordinario, donde participaron los Consejeros Generales de las 16 regiones del país, en el que, después de horas de debate fraterno y responsable, el voto político definió que la posición institucional del partido es trabajar por el Apruebo, y respecto al mecanismo, apoyar la opción de una Convención Mixta.
La creciente polarización política reinante en nuestro país en medio de la pandemia, que entre otras cosas desencadenó una de las peores políticas públicas impulsadas hasta la fecha: los retiros de ahorros previsionales, que tuvieron efecto también en las decisiones políticas del Partido. De este modo, y ante la falta de garantías por parte de varias fuerzas políticas frente a los compromisos del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, el Consejo General del Partido modifica su posición frente al plebiscito constitucional de octubre de 2020, manifestando su neutralidad y dejando en libertad de acción a la militancia. Esta decisión, si buen fue resistida por algunos dirigentes del Partido, permitió que las diferentes posturas de las bases pudiesen manifestarse sin temor en la campaña que se avecinaba.
El apabullante triunfo de la opción Apruebo en el plebiscito contribuyó a fortalecer a los grupos radicalizados que ejercían una oposición destructiva contra el Gobierno del que formamos parte, y en particular contra nuestro partido que se había opuesto sistemáticamente a la aprobación del desfonde de los ahorros previsionales de los trabajadores. Pese a ello, y en un acto de generosidad y valentía que inspira a militantes hasta el día de hoy, el entonces ministro de Hacienda Ignacio Briones Rojas presenta su renuncia en enero de 2021 para ponerse a disposición del Consejo General del Partido como candidato presidencial en las primarias de la coalición.
En un clima político cada vez más crispado e intolerante, Ignacio volvió a poner las banderas de Evópoli en el centro del debate, mirando hacia el futuro con convicción hacia un horizonte de esperanza para construir un Chile Justo, Libre e Inclusivo. Una campaña que logró derribar barreras añejas de izquierdas y derechas, convocando a liberales y demócratas de todas las sensibilidades en un esfuerzo por superar desde el diálogo y la tolerancia la crisis que enfrentaba nuestro país. Volvimos a recorrer Chile y a soñar con una política transformadora. Como dijo Ignacio en su último discurso al cerrar la campaña “La esperanza es fruto de los sueños, y los sueños son fruto de la libertad. De nosotros depende construir una sociedad donde todas y todos puedan soñar en libertad para construir un Chile que nos acoja”.
Pero el espíritu de los tiempos apuntaba hacia otra parte. La crisis de legitimidad que atravesaba el país entonces favoreció a los autodenominados “independientes” en todos los procesos electorales. De este modo, de la primaria de ChileVamos resultó victorioso Sebastián Sichel, otro liberal que encarnaba parte importante de las ideas de nuestro partido y a cuya campaña nos plegamos con entusiasmo y alegría. Pero la fiebre por los independientes no sólo impactó las primaras: también la elección de Convencionales Constituyentes, en la que surgieron victoriosos los movimientos sociales agrupados en la “Lista del Pueblo” y los “Independientes No Neutrales”. Una convención donde la centroderecha no alcanzó siquiera ⅓ de los escaños, viéndose las ideas de la libertad en serio riesgo ante las propuestas refundacionales de quienes obtuvieron la mayoría.
Pese a estar en desventaja, nuestros representantes estuvieron en la primera línea por promover la democracia y los acuerdos. Geoconda Navarrete, Bárbara Rebolledo, Bernardo de la Maza y Hernán Larraín fueron defensores visibles de un anhelo ciudadano tan profundo como lo es una Constitución que nos Una.
Lamentablemente la robusta victoria en las urnas afiebró a las izquierdas extremas, y el silencio cómplice de muchos demócratas que prefirieron mirar para el lado mientras el proceso se emponzoñaba, impidieron avanzar hacia un texto de acuerdos. Al poco andar, la Convención se transformó en un espacio sin legitimidad para la ciudadanía, producto del delirio refundacional de la mayoría de izquierda y una desconexión profunda con las demandas y sueños del pueblo de Chile.
Mientras la Convención avanzaba sin querer entender a la ciudadanía, la polarización política alcanzó nuevamente a la ciudadanía. Por primera vez desde el retorno a la democracia, llegaban a segunda vuelta presidencial dos representantes de los extremos: Gabriel Boric y José A. Kast. Así también, las preferencias del electorado fueron esquivas a las alternativas reformistas y liberales como Evópoli, lo que significó un retroceso en nuestra representación en la Cámara de Diputados, resultando electos Francisco Undurraga, Jorge Guzmán y los independientes Christian Matheson y Hotuiti Teao. Sin embargo, las propuestas y el carisma de las candidaturas de Sebastián Keitel y Luciano Cruz-Coke nos permitieron aumentar nuestra presencia en el Senado, con una votación histórica para el partido por parte del senador Cruz-Coke.
El resultado de la primera vuelta obligó a Evópoli a enfrentar una de sus decisiones más difíciles de su historia: qué postura asumir entre dos extremos. Los días previos al Consejo General para esta determinación estuvieron cargados por una discusión intensa, con argumentos plausibles respecto a dos alternativas: apoyar al candidato Kast, o abstenerse. Estaba fresca en la memoria de la militancia el egoísmo del exdiputado, quien en el momento más frágil de nuestra democracia reciente decidió situarse en la misma vereda que el Frente Amplio y la oposición, para lograr mezquinas ganancias políticas atacando a nuestro gobierno y con especial ahínco a nuestros ministros.
Pese a ello, el Consejo General celebrado previo a la segunda vuelta determinó que el Partido se plegaría a apoyar la candidatura del Partido Republicano, comprometiéndose a no participar de un eventual Gobierno en caso de resultar triunfador. La amenaza de que la izquierda radical controlase el órgano constituyente y el Poder Ejecutivo simultáneamente significaba un riesgo importante para la democracia que decantó la posición de varios consejeros a favor de colaborar con la campaña contra el candidato de Apruebo Dignidad.
Finalmente, Gabriel Boric logró el triunfo en las urnas, lo que fortaleció el afán refundacional que existía en la Convención, ignorando los esfuerzos de los Convencionales Constituyentes de Evópoli por establecer puentes que permitieran un texto de consenso. De este modo, y tras la asunción en el cargo del nuevo Gobierno, el texto definitivo presentado a la ciudadanía para el plebiscito de septiembre de 2022 terminó siendo partisano y refundacional, excluyendo la visión de sociedad de la mayoría del país. Por eso, y por la mala calidad jurídica de la propuesta, es que el Consejo General del partido se manifestó por una amplia mayoría en contra, adhiriendo a la alternativa del Rechazo.
Tras el triunfo del Rechazo en septiembre del 2022, el Partido enfrentó nuevamente elecciones internas para la renovación de sus órganos políticos. El desgaste que había producido la pandemia y la polarización reinante tuvieron un impacto relevante en la participación en la elección, en la cual resultó triunfadora la lista encabezada por la exministra Gloria Hutt. Recién asumida, las nuevas autoridades se sumaron al esfuerzo por alcanzar un nuevo acuerdo político que permitiera terminar el proceso constituyente, de manera coordinada con las bancadas de parlamentarios y el centro de estudios Horizontal. El fracaso del proceso anterior había entregado lecciones fundamentales que fueron tomadas en consideración por la clase política para la puesta en marcha de un nuevo capítulo.
El acuerdo sellado abrió una nueva elección para mayo del 2023, pero las restricciones fijadas en las reglas disuadieron a muchos potenciales candidaturas para ponerse a disposición. Aún así, fueron 10 candidaturas que postularon para llevar nuestras ideas en este nuevo proceso, encabezados por la presidenta del partido Gloria Hutt, quien resultó triunfadora en la Región Metropolitana. El esfuerzo de estos 10 candidatos permitió que el Partido mantuviese su nivel de votación ante la caída estrepitosa de nuestros socios de coalición producto del explosivo crecimiento del Partido Republicano, que alcanzó la mayoría absoluta de consejeros electos.