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Tras una semana marcada por las reuniones que la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y el excandidato presidencial José Antonio Kast tuvieron -cada uno por separado- con el abanderado brasileño Jair Bolsonaro, Chile Vamos volvió a mostrar sus diferencias, las que, sin embargo, son vistas como un aspecto positivo para la coalición por parte de uno de sus fundadores, el diputado de Evópoli Francisco Undurraga.
¿Cómo evalúa usted estas reuniones de Van Rysselberghe y Kast con Bolsonaro?
Tengo que creerle a Jacqueline que su visita fue a título personal, indudablemente enmarcada en una campaña interna (de la UDI). Hay que reconocer que para sus electores la movida es magistral, es audaz, es oportuna, le gana el “quién vive” a José Antonio Kast, cumple sus objetivos. Pero la figura de Bolsonaro, para mí, es todo por lo que yo no me metí en política, no me representa. Yo dejé mis emprendimientos para construir una derecha distinta, más inclusiva, más tolerante, más moderna, y los aspectos valóricos de Bolsonaro están en las antípodas de lo que yo pienso y sueño que debe ser una sociedad.
Se ha destacado de Bolsonaro, y lo ha hecho incluso el Presidente Piñera, su programa económico. ¿A su parecer, es indivisible su visión de sociedad de esos aspectos?
No son divisibles. Comparto todas las ideas liberales económicas, la propuesta económica es muy similar a nuestros sueños, pero eso no me hace en nada justificar los dichos de Bolsonaro en relación a dictaduras, homofobia, discriminación, sectarismo. No creo que en política haya que aceptar que el fin justifica los medios.
¿Cree que estos viajes pueden generar un daño en Chile Vamos o la derecha como sector?
La diversidad y la construcción que se está haciendo en Chile Vamos, no van a permitir estas asonadas populistas. Chile espera una derecha moderna, comprometida con sus ideales, pero en ninguna parte de los ideales de la derecha está salir a matar gente, perseguir a la gente por su opción sexual; al contrario, la libertad, que es lo que proponemos, es inclusiva. Tenemos profundo respeto por el ser humano y su diversidad, no estamos amparando y no podemos amparar en Chile ningún tipo de sectarismo.
Después de estos episodios, ¿cree que exista algún riesgo de que Chile Vamos tienda a “derechizarse”?
Este no es un problema de derechizarse o centralizarse. Tal como hemos ido manejando estas diferencias naturales que hemos tenido desde un inicio los cuatro partidos de Chile Vamos, la receta está clara: tenemos que crecer hacia el centro. Si un sector de la derecha insiste en encapsularse, no va a ser alternativa de gobierno.
Pero a partir del tema Bolsonaro, el sector se vio “tironeado” más hacia la derecha.
Bueno, pero podría decir que hace un mes y medio, en la discusión de identidad de género, la coalición se vio “tironeada” hacia ideas más liberales. Es lo que siempre supimos que iba a existir cuando fundamos Chile Vamos, que no es homogéneo, pero tiene un norte claro e ideas que compartimos los cuatro partidos que constituimos la coalición, es normal que existan diferencias. Esta preocupación es más bien un eslogan de la izquierda para tratar de desarticular a Chile Vamos.
Respecto del rol de Evópoli como partido de gobierno y por primera vez en el Parlamento, ¿cuál es su evaluación?
Somos el tercer partido en número de diputados, y eso es indudable. No nos creemos más de lo que pesamos. Sí tenemos convicciones muy claras y hemos sido un muy buen apoyo a este gobierno.
¿Cómo están mirando en Evópoli el proceso que sus dos principales socios de coalición están pasando de cara a las elecciones internas que la UDI y RN van a enfrentar?
Es bueno y sano, porque finalmente permite evaluar en qué condiciones y posiciones están los partidos socios de la coalición. Es bueno que exista la democracia interna y la confrontación de ideas en los partidos, lo importante es no perder el norte.
Terminada la primera etapa del gobierno, ¿cuál es su evaluación?
Veo que este es un gobierno que ha coordinado bien. Como todo gobierno, el instalarse requiere ser más cuidadoso. Los ministros, no solo los que representan a Evópoli, sino todos, están trabajando bajo un solo objetivo y nosotros los parlamentarios, con algunos desajustes, hemos sido capaces de mantener viva la coalición.
¿Y su evaluación más personal en estos primeros meses como parlamentario debutante, cuál es?
Me preocupa en el Parlamento alguna tendencia de la izquierda, del Frente Amplio, a ser más bien populistas (…) Tampoco es bueno para la democracia y el Estado la cantidad de acusaciones constitucionales, interpelaciones, todas derrotadas, que el Frente Amplio obtusamente se ha propuesto como estrategia (…) Hay muchas personas en el Frente Amplio y en la ex Nueva Mayoría que todavía no entienden que Chile no quiere radicalizaciones, que el modelo de la izquierda fracasó rotundamente; este es un país presidencialista y en la Presidencia de la República escogieron a Sebastián Piñera y a Chile Vamos, no a ellos, y a ellos les ha costado mucho reconocer que fueron derrotados.
Fuente: La Tercera
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