Con 58.613 votos salió electo diputado el presidente de Evópoli, Francisco Undurraga, equivalentes a un 15,56% de la votación del distrito 11 compuesto por las comunas de Las Condes, Vitacura, Peñalolén, Lo Barnechea, y la Reina.
Pese a que compitió sólo en su lista, el ex dueño de la heladería Emporio La Rosa, consiguió números contundentes, al igual que su partido, que obtuvo dos senadores –Felipe Kast y Carmen Gloria Aravena-, y seis diputados -Luciano Cruz-Coke, Sebastián Keitel, Andrés Molina, Sebastián Álvarez y Pablo Kast-, en su primera elección parlamentaria. “Nuestro análisis es que nosotros logramos conectar con la modernidad del siglo XXI. La gente espera una política de cara a la gente, más transparente”, dice Undurraga a “El Líbero” y agrega que “creo que Chile premió rostros nuevos, que vienen del mundo privado, del mundo real, que hoy van a ser capaces de representarlos de mejor forma”.
El publicista, quien nació sin sus piernas y sin un brazo producto de que a su madre, tras un accidente, la sometieron a rayos X cuando estaba recién embarazada y no sabía de su estado, dice en su página web que “desde pequeño entendí que la vida era un desafío”.
Hace unos días en La Segunda al ser consultado sobre si quienes votaron por él apostaron por la inclusión dijo que “no sólo física, ésta no fue la campaña de un niño símbolo de la Teletón, fue la de un chileno que abandonó el mundo privado, alguien creativo y arriesgado. No quiero que la gente por ser discapacitado me perdone nada en el Congreso, ni que me feliciten por ser así”.
En esa misma entrevista, dejando ver su personalidad, dijo que “cuando muera me gustaría un ataúd grande, representando mi altura. Soy vanidoso, me encuentro buenmozo y me quiero más que los tres chanchitos”.
Si bien su incursión en la política comenzó hace algunos años, el domingo consagró su aterrizaje en el Congreso. En conversación con “El Líbero” dejó ver algunas de sus definiciones.
– ¿Cuáles son las expectativas que tiene para estos cuatro años que se vienen?
– Siempre hemos planteado que queremos modernizar el Estado, acompañar a los ciudadanos en todo su desarrollo, ser capaces de representar al electorado no solo en el distrito, sino que en el país con cosas que son fundamentales, como el emprendimiento, la justicia social, los niños primero en la fila, ver qué podemos hacer con el Sename.
– Evópoli vivió un proceso difícil en la conformación de las listas parlamentarias. ¿Cómo se analiza la negociación que se hizo en Chile Vamos?
– Nosotros nunca pretendimos ir en los 28 distritos, de hecho nosotros a muy temprana hora entregamos distritos donde no teníamos gente competitiva. La elección para nosotros, a todas luces, es una gran elección, porque fuimos capaces de interpretar un nuevo mundo, una nueva ciudadanía que se incorpora a estas banderas de la centroderecha, que tienen relación con la libertad, emprendimiento y gestión. Una mirada de compromiso a Chile donde el desarrollo de las personas está por sobre el desarrollo del Estado, entendiendo también que la gente quiere y busca que el Estado lo proteja, lo cuide, pero que por sobre todo le permita desarrollarse. Escoger en qué colegio quiere poner a sus hijos y la calidad de la educación que cree y merece recibir.
– ¿Y en la negociación?
– Al terminar la negociación, evidentemente que nos vimos disminuidos sobre todo por distritos que eran emblemáticos y que nos hubiese gustado mucho estar. Bueno, se dio así. Sólo presentamos 27 candidatos y tuvimos un muy buen rendimiento electoral. Pensábamos tener un senador y tres diputados, y obtuvimos el doble en las dos cámaras. Si hubiese ido (en el distrito 11) acompañado indudablemente habríamos tenido muchas posibilidades de sacar dos, lo mismo en otros distritos. Pero estamos orgullosos de lo que hicimos.
¿Se debe hacer una autocrítica en Chile Vamos?
– El tiempo de las autocríticas es posterior, nosotros estamos embarcados en la segunda vuelta presidencial con toda el alma y con todo el espíritu puesto en eso, no queremos desviarnos. Entendemos que las cosas se hicieron con la tradición política del siglo XX y eso le costó votos y cargos elegidos a partidos como la UDI, también al PRI. Ahora bien, lo importante acá es que se rompió el binominal tradicional de la centroderecha, entendiendo que vamos a tener la posibilidad de darle una gobernabilidad mayor a nuestro candidato Sebastián Piñera. Hoy día somos al menos tres en la mesa parlamentaria y eso va a dar oxigeno a cómo la centroderecha estuvo acostumbrada a hacer política. Lo importante acá es que la bancada de Chile Vamos es una de 73 diputados.
– Uno de los principales ganadores de esta elección es el Frente Amplio, quienes lograron consagrarse como la tercera fuerza política, no sólo por sus votos, sino también por la cantidad de parlamentarios que eligieron. ¿Cuál es su opinión sobre eso?
– La gente está buscando causas. Ellos han sido muy efectivos en transmitirlo, quizás son causas incorrectas en su solución, muy correctas en su declaración y la gente hoy se moviliza por causas.
– Lo ha dicho Jaime Bellolio, y hace unos días también lo hizo Hernán Larraín Matte, sobre que el Frente Amplio es el verdadero rival. ¿Lo ve así?
– Yo tengo una diferencia, nosotros no tenemos rivales, tenemos adversarios políticos. Es importante dejarlo claro porque nosotros estamos en la política desde Evópoli en una batalla ideológica, de ideas, de proyectos para la ciudadanía para construir una mejor sociedad y eso no significa destruir a otro, sino por la vía de la discusión política, de las ideas.
– ¿Pero está ahí la competencia?
– Nuestro proyecto es a largo plazo, nosotros vemos que hay una organización política que se aferra al poder por el poder y esa es indudablemente es la Nueva Mayoría. No hay una convicción de gobernar Chile de mejor manera, lo que está pasando con la candidatura de Guillier es malo para Chile. Y es malo porque en el fondo es una agrupación de personas que está defendiendo un trabajo, no un proyecto que haga crecer al país, que mejore la condición de vida de cada uno de los chilenos. De hecho sus propuestas no han mejorado la condición de vida de nadie. El Frente Amplio tiene su proyecto, tiene más mística, más cuento, es más inspirador para un sector de la población, a diferencia del proyecto de la Nueva Mayoría. ¿Cuál es el proyecto de la Nueva Mayoría? Están negociando con A, con B y con C.
– Si, pero el Frente Amplio es un proyecto que está creciendo así como lo han hecho partidos como el suyo… ¿Es un adversario?
– Es evidente. Pero hay que ver la consistencia de su crecimiento porque no todo lo que sube se mantiene arriba, sino que puede bajar. Eso le pasó a MEO en la elección de Frei.
– En esa lógica, ¿cómo se compite con ellos?
– Con ideas, convicción y demostrando al país que el desarrollo tiene que ir acompañado por el tema económico pero también por el tema social. Tenemos que mejorar la calidad de vida de las personas, optar, priorizar y creo que nosotros en Chile Vamos estamos teniendo más grados de libertad para cada una de las personas. Estamos preocupados del desarrollo del Estado.
Elección presidencial
Hace pocos días Francisco Undurraga se incorporó -junto a otros diputados electos- al comando de Sebastián Piñera de cara a esta segunda vuelta presidencial. Su rol, explica, será hacer distintas vocerías y “acercar al mundo que confió en nosotros”.
– ¿Cómo se renueva la campaña de cara a la segunda vuelta?
– Nosotros estamos en la calle conquistando a las personas, dando a conocer el proyecto que creemos que es bueno para el país, que es nuestro programa de gobierno. La incorporación de José Antonio Kast, de Manuel José Ossandón y de Felipe Kast son una muy buena incorporación, porque son los tres del sector. Dos participaron en las primaria presidencial, y otro en la primera vuelta.
– ¿Dónde tiene que apuntar Piñera para hacer crecer al sector?
– Nosotros vamos a gobernar para todo Chile, no sólo para los militantes de los partidos, y en ese contexto hay más donde crecer hacia el centro que para la derecha más conservadora, ahora somos todos importantes porque somos miembros de una coalición, y no de un partido político. Son al menos tres partidos con representación, más otro partido, que son miembros de Chile Vamos.
– ¿Es posible convocar al electorado DC que no se siente cómodo con Guillier?
– Más que convocar a un DC, RN o un UDI acá hay que convocar a gente tras nuestro proyecto, del gran proyecto de la clase media, de la segunda transición. Nosotros queremos construir en base a la unidad, no en base a la destrucción. Nosotros estamos a favor de, y no en contra de.
– Se lo pregunto porque hace unos meses el diputado DC Sergio Espejo dijo en El Líbero que tras la primera vuelta se debería dar un debate en la centroizquierda y que “de ese debate probablemente surjan otros acuerdos. Cuando yo escucho a Francisco Undurraga, presidente de Evópoli, me parece que él tiene muchas más convergencias posibles con la centroizquierda que con la UDI”. ¿Qué piensa de eso?
– Nosotros estamos abriendo la cancha porque tenemos una vocación social evidentemente pero hay muchos sectores de la UDI que también coinciden con nosotros, que tampoco son minorías tan ínfimas. Tenemos bastante máximos de acuerdo, pero la centroizquierda quiere controlar la educación y el futuro de nuestros hijos. Nosotros estamos por la libertad.
– ¿Pero se siente en ocasiones cercano a lineamientos de la DC?
– Yo me siento cerca del país, y si la DC piensa en muchas cosas como yo o yo como ella, no tengo ningún problema en reconocerlo. Estamos buscando el bien común y los acuerdos.
– Ustedes que son de la centroderecha liberal cómo ven que quedó parado el centro político en esta elección. ¿Es posible ampliar la frontera en algún futuro en CHV a este grupo de Ciudadanos o Amplitud?
– Nosotros siempre hemos dicho que nuestro domicilio político es la centroderecha, somos un partido liberal de centroderecha y no de centroizquierda. Tenemos muchas coincidencias, pero las diferencias están cómo funciona el Estado, como fiscalizador o como gestor. Creemos que debe ser un fiscalizador. Evidentemente si hay sectores de la productividad que no sean capaces de ser gestionados por el mundo privado tiene que ser asumido por el mundo estatal, pero nosotros creemos en la libertad de las personas, en el emprendimiento. Y probablemente Andrés Velasco también lo cree, pero nosotros creemos en uno más pequeño, uno fiscalizador, que ayude y gestione el desarrollo individual por sobre el estado.
– Se lo pregunto porque ellos tuvieron un gesto con ustedes en la primaria…
– Mucha gente de Ciudadanos me apoyó en mi elección particular por lo cual siempre voy a estar agradecido, pero mi candidato es Sebastián Piñera y yo voy a gobernar con él, y con nadie más. No me pierdo, entendiendo además que es una falta de respeto decirle muchachos vengan o no vengan, en el minuto que haya que conversar evidentemente que lo vamos a hacer. Este es un proyecto de un partido que pertenece a Chile Vamos, y mientras pertenezcamos a Chile Vamos, esas son las condiciones.
– Hace unos días Felipe Kast dijo que “la UDI se equivocó medio a medio cuando comenzó a repartirse el gabinete. Eso le hizo daño a Piñera” ¿Cree que fue así?
– Compartiendo lo que dice Felipe, hoy día estamos en otra. Nuestra tarea acá no es buscar recriminaciones, no lo hemos hecho. Muchos me han preguntado cuáles son los cargos que aspiramos a tener, primero ganémoslo bien. Y después veamos cómo se conformará el gobierno, y quien tiene la palabra es el Presidente de la República.
La llegada de Ossandón al comando
– ¿Cómo ve las llegada de Manuel José Ossandón al comando?
– Es un conglomerado que incluye y que no excluye. Nosotros estamos sumando gente, si al final del día somos mayoría en este país. Estamos hablando de una candidatura que tiene 36% de los votos ya conseguidos más un porcentaje importantísimo de José Antonio Kast, también que son del sector, aunque sean más conservadores que yo, pero del sector, versus un conglomerado que tiene un 22%.
– Se lo pregunto porque una de las condiciones que él puso es avanzar en gratuidad y Evópoli ha sido claro en que eso no es prioridad…
– Evidentemente que a cualquier persona le encantaría que todos los niños pudieras estudiar gratis, a quién no le gustaría. Nosotros estamos priorizando. Y lo que le dijo Sebastián Piñera a Manuel José Ossandón es que él no va a descansar en avanzar en la gratuidad universal en la medida que exista crecimiento y que los planes que nosotros fijamos como prioridad sean financiados. No le dijo sí al 100%.
– Si no hay dinero, no hay gratuidad…
– Pero para que exista plata tenemos que poner en marcha el país, tiene que crecer, ser más dinámico, más emprendedor. Si no de dónde. ¿Lo vamos a sacar de deuda? Si la deuda que tiene Chile hoy día son 60 mil millones de dólares. ¿Qué pasa con esa deuda? Los próximo cuatro años Codelco va a trabajar integramente para pagar los intereses de esa deuda, no va a trabajar para Chile y esa deuda fue adquirida durante este gobierno. Lo que se comprometió con Ossandón es la voluntad, una vez que se generen los recursos, de ir avanzando en gratuidad, no a la gratuidad universal. El país hoy tiene problemas de vejez, educación, salud, de vivienda. Múltiples otras cosas. Por eso, tal como se comprometió, se va hacer un esfuerzo adicional para que los institutos técnicos puedan avanzar incluso más rapido que la universidad.
– Se ve difícil, de acuerdo a lo que dice, que se concrete…
– Creo que si nos ponemos de verdad a producir, a trabajar, se puede llegar. Yo en lo personal no estoy de acuerdo con la gratuidad universal, creo que es una injusticia.